En qué consiste el delito de acoso por WhatsApp y cómo proceder
Cuando se reciben amenazas, insultos u otros improperios en la vía pública, o bien una persona acecha a otra hasta su casa o trabajo, parece muy claro que existe una conducta delictiva. Sin embargo, en la actualidad, los medios digitales permiten un tipo de comunicación que es mucho más velada y que puede generar cierta sensación de indefensión.
No hay que confundir los medios con el fondo, ya que el acoso por WhatsApp es un delito como lo puede ser empleando cualquier otro medio al alcance del acosador en cuestión. Hoy en día es desgraciadamente común que se empleen estas vías para ejecutar conductas inapropiadas pensando que online todo es libre y que hay impunidad.
¿Tienes un problema de este tipo o conoces a alguien que lo padece? Entonces, te interesará saber en qué consiste este delito para identificarlo y cómo puedes proceder al respecto. A continuación, te lo contamos todo.
¿En qué consiste el delito de acoso por WhatsApp?
El acoso por WhatsApp es el uso de esta conocida plataforma de mensajería para hostigar a un tercero. Definimos como acoso la conducta que es repetida en el tiempo y no deseada, en este caso a través de audios o mensajes de texto que son amenazantes u ofensivos. También se produce cuando se envían constantemente las comunicaciones a horas poco apropiadas intentando minar al otro y perturbar su descanso.
Como esta aplicación permite una comunicación continuada y variada, las 24 horas del día, el acoso se puede producir de muchas formas. Los mensajes no deseados y desagradables suelen estar presentes, aunque también las llamadas o toques constantes al móvil, o la integración de la persona en grupos e incluso la difusión de su número de teléfono para que el hostigamiento se amplíe.
Un mensaje o llamada puede parecer de por sí inofensivo. Sin embargo, este acoso constante puede tener un gran impacto en la vida de la persona que lo sufre. Puede llevar a un estado ansioso, perturbar su descanso, sentirse coaccionado e inseguro. Por lo tanto, es un delito que se debe combatir.
Identificar el acoso por WhatsApp
Estas son algunas de las conductas mediante las cuales se puede identificar el acoso por WhatsApp:
- Mensajes que son intimidatorios, que crean incomodidad o que hacen sentir temor al receptor.
- Comunicaciones que son no deseadas y no consentidas por parte de un tercero, conocido o desconocido.
- Mensajes con contenidos sexuales explícitos que no son deseados ni apropiados.
- Comentarios por WhatsApp en tono difamatorio o mostrando actitudes negativas.
- Videollamadas, llamadas por voz o perdidas que incomodan o que se producen constantemente a altas horas de la madrugada.
- Integración en grupos de difusión por WhatsApp sin consentimiento en los que se comparten contenidos inapropiados o que son difamatorios.
El acoso por WhatsApp: un delito en España
Empezamos este artículo advirtiendo de que muchas personas tienen la idea de que aquello que ocurre por WhatsApp no es constitutivo de delito, de esta forma hay acosadores que se sienten impunes al emplear esta plataforma y víctimas que consideran que no tienen ninguna salida frente a este hostigamiento.
Sin embargo, el acoso es un delito que viene contemplado en el Código Penal de nuestro país, concretamente en el artículo 172 ter. En él se estipula que este tipo de conducta es castigada con penas que van desde los 3 meses hasta los 2 años de prisión o bien, como alternativa, una multa de 6 a 24 meses.
Lo que es importante destacar es que el delito por acoso en concreto solo se da cuando las comunicaciones son constantes y reiteradas en el tiempo. Es decir, recibir mensajes que pueden ser desagradables, pero muy espaciados en el tiempo, no tiene relación con este delito. También es clave que dichos mensajes estén alterando la vida de la víctima de una forma negativa, que no sean deseados ni consentidos.
Las normas que establece el servicio de mensajería WhatsApp
El acoso por WhatsApp no solo es un delito que está contemplado en el Código Penal, es también la propia plataforma la que tiene sus propias normas al respecto. En sus normas de uso vienen apartados que se refieren de forma concreta al acoso y al ciberbullying. Estas son algunas de ellas:
- WhatsApp no tolera ningún tipo de acoso o comportamiento inapropiado en su plataforma y tiene políticas claras para proteger a sus usuarios.
- La creación de grupos de WhatsApp para acosar o difamar a otros usuarios no está permitida y puede resultar en la suspensión de la cuenta.
- WhatsApp recomienda a los usuarios que informen cualquier comportamiento inapropiado o sospechoso a las autoridades correspondientes.
En la propia plataforma se permite bloquear a un usuario no deseado que está teniendo una conducta delictiva o inapropiada y también reportarlo en el sitio web oficial de la aplicación. Por otro lado, como se puede ver en sus normas, invitan a que se acuda a las autoridades correspondientes para denunciar el caso.
¿Cómo denunciar el delito de acoso por WhatsApp?
Pese a que la plataforma pone ciertas medidas de protección a nuestra disposición, lo ideal es denunciar este delito y acudir a las autoridades, algo que también recomiendan desde la aplicación de mensajería. En este caso lo ideal es conservar todas las pruebas y contratar a un despacho de abogados especializado en este ámbito como garanley.com, ya que estos profesionales nos pueden guiar mucho mejor en el proceso y velar por nuestros intereses en caso de llegar a un juicio.
Los pasos a seguir serán los siguientes:
- Pruebas. Para demostrar que existe un delito es crucial guardar las pruebas. En este caso serán los mensajes amenazantes, las conversaciones, el registro de las llamadas y, en general, todas las comunicaciones indeseadas. Para ello es más seguro hacer capturas de pantalla que garanticen que no se borren o se pierdan.
- Acudir a las autoridades. Con dichas pruebas se debe acudir a las autoridades competentes para poner una denuncia por acoso. Esto es posible hacerlo en la Guardia Civil, en una comisaría de policía o directamente acudiendo a la Fiscalía correspondiente.
- Gestión de la información. Igual de importante que presentar pruebas en la denuncia será ofrecer todos los datos posibles sobre el acosador para su identificación. Puede ser su nombre, apellidos y dirección si se tienen, pero también sirven otras herramientas de identificación como el número de teléfono o fotografías que ha podido enviar.
- Orden de alejamiento. Cuando la situación es extrema o está perjudicando en exceso a la vida cotidiana de la víctima, es posible también solicitar una orden de alejamiento para persuadir al acosador de acercarse o poner en riesgo la integridad de la persona.
Tras este gesto se abrirá un procedimiento penar mediante el que se acreditará el acoso y se presentarán formalmente las pruebas. Se tendrá que ratificar el delito y manifestar si se desea solicitar algún tipo de indemnización por los daños ocasionados. A partir de ahí todo puede seguir su curso, o bien el acosador puede intentar impugnar las pruebas que se han presentado. También hay alternativas para ello, por ejemplo, presentando un informe pericial que las acredite. En todo este proceso será el abogado el que podrá asesorar sobre los diferentes pasos a seguir según las circunstancias.