Team Building: origen, definición y significado de la palabra

Crece el número de empresas que se interesan por hacer Team Building, y no debería extrañarnos, porque se trata de una práctica que ha demostrado ser capaz de dar muy buenos resultados a la hora de potenciar las habilidades de los empleados y mejorar el trabajo en equipo. Pero, ¿de qué se trata realmente?

¿Qué significa la palabra Team Building?

Si lo traducimos directamente al castellano, sería algo así como “construcción de equipo”. Un concepto muy asociado al campo de los Recursos Humanos.

Con esta denominación estamos haciendo referencia a un conjunto de dinámicas grupales que buscar una mayor integración y comunicación entre los diferentes miembros de la empresa. Son actividades en equipo que se desarrollan fuera del entorno laboral, acabando con la tradicional distinción entre jefes y subordinados.

En las dinámicas de Team Building todos están al mismo nivel y necesitan colaborar entre ellos de diferentes formas si desean alcanzar el objetivo que se les ha marcado. La idea es que sea una experiencia divertida y enriquecedora a nivel personal, pero también formativa, porque permite a los asistentes desarrollar sus habilidades, incluso descubrir algunas que no sabían que tenían. Por ejemplo, la capacidad de liderazgo, la de comunicación, o la de trabajar en equipo.

Lo que se hace es proponer al equipo un reto que debe superar trabajando de manera conjunta. Por ejemplo, resolver un scape room o participar en una actividad de supervivencia en el exterior. Aunque las actividades pueden ser muy variadas, es importante tener en cuenta que no se trata puramente de una actividad de ocio, ya que hay un fuerte componente formativo, lo cual no quiere decir que los participantes no se lo vayan a pasar bien, porque se busca precisamente que la experiencia sea positiva y divertida. Los juegos o retos siempre están perfectamente guiados y organizados, planificados previamente en función de los objetivos que desee conseguir la empresa.

Orígenes del término Team Building

Aunque nos puede parecer algo moderno y propio de nuestra época, lo cierto es que estas dinámicas de equipo se empezaron a practicar en la década de 1920.

Hace un siglo, el psicólogo social William McDougal comenzó a hablar de lo importante que era crear equipos de trabajo y conseguir que estos pudieran desarrollar su labor en un ambiente óptimo.

Por aquella época, el sociólogo y psicólogo industrial Elton Mayo empezó sus experimentos para comprobar la relación que existía entre las condiciones de trabajo y la productividad de los empleados, y llego a una conclusión: cuanto mejor se sienten los empleados, más productivos son.

El trabajo de estos dos psicólogos fue la semilla de la que décadas más tarde germinaría lo que hoy conocemos como Team Building. A medida que los directivos fueron dándose cuenta de la importancia real que tenía el bienestar de los empleados en su motivación y en su productividad, empezaron a buscar medios para mejorarlo, y resultó que las dinámicas de construcción de equipos eran una de las soluciones más sencillas, mejor aceptadas por los empleados, y más efectivas.

¿Qué otro nombre recibe el Team Building?

Este tipo de actividades también son conocidas como dinámicas de construcción de equipos de trabajo, Team Work, Team Games o Team Activities. Las llamemos como las llamemos, su finalidad es siempre la misma: cohesionar los grupos de trabajo a través del aprendizaje experiencial.

Aunque todavía hay quien cree que este tipo de actividades están dirigidas exclusivamente a grandes multinacionales que cuentan con cientos de empleados, no es así. Cualquier empresa que cuente con equipos internos de trabajo se puede beneficiar de sus efectos. Además, hoy en día, es fácil encontrar actividades de Team Building adaptadas a grupos más pequeños y con un precio más económico.

Objetivos del Team Building

Cada actividad es diferente, pero los objetivos básicos que se buscan son:

  • Mejorar las relaciones interpersonales entre los miembros del equipo.
  • Fomentar y mejorar la comunicación a todos los niveles.
  • Aumentar el sentimiento de pertenencia a la organización.
  • Fomentar el desarrollo de habilidades y capacidades.

Estas dinámicas grupales son enriquecedoras a nivel grupal, pero también a nivel personal, porque permiten a las personas poner en práctica nuevas habilidades y relacionarse con sus compañeros de una forma diferente a la que suele ser habitual.

Para superar con éxito las pruebas propuestas, es necesario que haya una buena comunicación, coordinación entre los miembros del equipo, confianza y compañerismo. Los objetivos individuales quedan a un lado en pro de conseguir el objetivo grupal, y los participantes descubren de lo que realmente son capaces si unen sus habilidades y capacidades. De esta forma, cuando vuelvan a su entorno laboral, podrán seguir colaborando de esta manera y dar lo mejor de sí mismos, integrándose en equipos de alto rendimiento (fuente: https://www.viviendodelcuento.net/).

Más allá de sus objetivos, el Team Building tiene una serie de beneficios que es importante destacar:

  • Mejora la motivación de los empleados.
  • Aumenta la confianza en uno mismo y la confianza con respecto a los compañeros.
  • Contribuye a un mejor ambiente de trabajo.
  • Potencia el liderazgo.
  • Desarrolla la capacidad de delegación de responsabilidades.
  • Estimula el espíritu colaborativo.

Es una herramienta más para mejorar la relación entre los compañeros y estimular la colaboración, pero no es la solución para todos los problemas. Ayuda a acelerar la cohesión dentro de los equipos de trabajo, pero la empresa también tiene que poner de su parte para que este proceso que se agiliza a través del Team Building se vaya consolidando una vez que los empleados vuelven a su rutina habitual.

Como siempre que hablamos de Recursos Humanos, alcanzar los objetivos no es posible con una única solución o herramienta, es necesario combinar varias que sean efectivas para lograr el resultado esperado.

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